UNA MADRE

No sé si ¿rehice? o deshice mi vida contigo, lo cierto es que mi vida aún no estaba hecha, seguía siendo la misma jovencita que se moldeaba en manos de alguien, admito que es difícil depender de una persona, (sobre todo si es una terrible persona) y esa dificultad no la pude cambiar, todo se volvió repetitivo ya que me encontraba atada de brazos y piernas por el bienestar de mi hija fue por ella que me trague todos los desprecios y ofensas de mi propia madre, tan solo para que no le falte nada. No pensé que tu fueras igual, por eso me he propuesto, luego de muchas lagrimas, no ser una mala madre y tragarme todos los desprecios que me haces delante de mi hija, ya que mi madre siempre descargaba su ira luego de pelear con papá, me ponía al extremo de querer huir, escapar de esa casa, no pensé que lo haría de esa manera.

Con la noticia de la llegada de mis mellizas, tuve la esperanza de formar al fin un hogar, un lugar donde pueda mantener armonía al lado de una persona a la que aún estimo, vivir criándolas  y dedicándome tan solo a las tres pequeñas niñas, sin embargo, por motivos que no comprendo, no fue así, imagino que el tiempo me dará la respuesta, de esta incógnita que me frustra.

Se que es tener una mala madre y no quiero ser una triste madre para mis niñas, quisiera desvincularme de esa mujer, pero seguimos dependiendo de ella, ya que tu te has distanciado.

Es desesperante porque nuestro hogar se inicia como una semilla huérfana que tiene todas las ganas de crecer, prometo no dejarlas solas jamás ni física ni emocionalmente, contarán con una bondadosa madre a su lado, y no siento haber deshecho mi vida por ser nuevamente mamá soltera, todo lo contrario se que recién empezará a escribirse nuestra historia y que nunca estaré sola porque tendré a tres niñas niñas hermosas a mi lado.

Entérate que mi sacrificio y paciencia son el concepto de mi felicidad, porque instante a instante descubro que la verdadera maternidad nos lleva al amor más puro que pueda existir en este planeta, en fin, no me molesta dejar de ser tu mujer para volverme optimistamente la madre de mis hijas.