CARTAS NO ENVIADAS

Viernes 30 de Julio del 2010

 9:00 am

Lástima que nuestra amistad no sea a prueba de balas como la de nuestros adolescentes intelectuales: Jozé, Enrrique y Ernesto, es quizás porque no supiste diferenciar lo verdadero de lo falso, ni tu entrega fue completa en nuestra amistad Fausta, me duele que no me dirijas la palabra, me apena que el orgullo no nos deje ceder, sin embargo, todavía guardo la esperanza de encontrar una solución.


Viernes 30 de Julio del 2010

 5:00 pm

Terminó su relación con Ernesto a causa de un chisme, el mismo que quebranto su amistad con Fausta.

-¿Y porque te peleaste con Fausta? Preguntó Ernesto el último día que se vieron.
-Por un chisme, añadió ella, indirectamente también hemos peleado por la culpa de un hombre, pero no de la manera común por la que se distancian largas amistades; me refiero a que ella y yo “no nos enamoramos del mismo hombre” para luego discutir por su amor, la pelea fue a causa de Jozé que le reclamó a Fausta habladurías acerca de él; y primitivamente Jozé me involucró en el infortunio que tenía con Fausta, al inicio no vi la gravedad del asunto, pasado el tiempo me afectó ya que el chisme repercutía en mí.
-¿Y de que trataba ese chisme?
-En serio quieres saber.
-Dale, cuéntame.
-Jozé se enfrento con Fausta, porque ella divulgo erróneamente que él tenía SIDA.
-¿Y porque ella dice eso? Dijo Ernesto mientras le prestaba mucha atención a la respuesta sentado sin polo en la cama del cuarto de Alba.
-Ella dice eso, porque tus amigos son unos libertinos y porque hace mucho, antes de que tú vengas de Argentina yo anduve saliendo con Jozé, yo le contaba todo a Fausta, era mi confidente, le conté que un día tuve relaciones sexuales sin protección con Jozé, y al siguiente día me acompaño a hacerme un par de análisis.
-O sea tienes SIDA, por eso te metieron en el chisme; añadió el asustado Ernesto con una asombrosa expresión facial, la frase aparentemente deductiva fue dicha con tal decepción que Alba notó que no solo su mentón y ojos habían caído arduamente, sino también que sus mejillas colgaban.
-No tengo SIDA imbécil, te estoy diciendo que me hice pruebas, entre ellas la del VIH.
-Pero esa enfermedad se refleja luego de seis meses, espetó Ernesto.
-Por la misma respuesta estúpida que me acabas de dar, fue que terminé mi relación amical con Fausta, ya que Jozé tenía todas las de ganar en su pequeña y estúpida riña y para defenderse del ridículo debate Fausta iba a contar a todos nuestro entorno lo que te acabo de decir; que luego de haber estado con Jozé me hice un par de pruebas, una de sangre y otra de orina ¡nada más!
Alba se levantó desnuda de la cama para ponerse presurosa su ropa, estaba indignada por lo que había insinuado su enamorado y luego de haberse puesto el sostén y el polo de un tirón se sentó triste en la cama para ponerse su trusa y su pantalón pero no lo hizo tan rápido ya que unas lágrimas empezaron a brotar arruinando su maquillaje, era el dolor de la desconfianza, paro un momento cuando se subía el pantalón, lo dejó en las rodillas, se limpió las lágrimas y con una expresión autoritaria le dijo a Ernesto señalándole la puerta:
-¡Vete! ¡Lárgate, no te quiero ver nunca más!


Viernes 30 de Julio del 2010

 7:30 pm

Alba estaba más calmada reflexionando de pronto una duda se sembró en su cabeza.

-Pero si no es cierto que tengo SIDA, ¿porque me he enojado con Ernesto?

 Cuando Ernesto dijo que dicha enfermedad se notaba dentro de seis meses Alba entró en un conflicto consigo misma, se latigaba la conciencia con un sin fin de posibilidades, para luego regresar a su ira y renegar acerca de las insinuaciones de ex, sin pensar que acababa de perder a una amiga y a su enamorado por puras palabrerías.

A la mañana siguiente Alba se proponía ir al hospital a hacerse una nueva prueba de sangre y en el camino se encontró con Eduardo.

-¡Ey! Leopardo, le dijo Alba a Eduardo.
-Hola Alba ¿cómo te va con Ernesto? Preguntó él.
-Hemos terminado, me ha tratado muy mal y me ha dicho cosas hirientes.
-¿Así? ¿Por qué?
-Le comenté que me había acostado con otro hombre e insinuó que estaba enferma.
-¡Enferma! Vaya insulto, espeto sarcásticamente Eduardo.
-No lo dijo de esa manera, el fue más profundo.
-¡Oh vaya! Hizo un cambio serio de voz. Pero las peleas son muy comunes en parejas, opino que él ha dicho eso porque está enojado, ya que tú no solo has estado con él, sino con otro hombre.
-Pero de seguro el también ha estado con otras chicas. Antes de que garcharamos por última vez, habían quedado como dos preservativos de nuestra antepenúltima vez y ayer no los trajo, para cuando le iba a preguntar qué había pasado, el ya me estaba cambiando el tema; justo ahora voy al hospital para demostrarle que no estoy enferma, para restregarle mis análisis en la cara.


Sábado 1 de Agosto del 2010

 11:00 pm

Me gustaría dejar todas las habladurías atrás Fausta la pequeña madeja en la que nos hemos enredado ha crecido; ayer tuve una pesadilla, la madeja crecía instante a instante hasta volverse grande, y no solo se agranda también pesa, entonces yo me vuelvo chiquitita frágil y con poco peso y la madeja gigante rueda, me alcanza y me aplasta; Fausta yo no quiero dejar de ser tu amiga, le doy razón al cliché de Enrrique que dice: los amigos son la familia que uno escoge, no la que se te ha impuesto, quizás por ese pensamiento su amistad con Jozé y Ernesto es inquebrantable; Fausta tú eras mi hermana, muy a pesar de nuestras diferencias y de todo lo demás Fausta yo te entendía, si me enfurecí aquella vez, fue porque me sentí acuchillada herida y traicionada, el problema es que tu y yo Fausta no queremos ceder, ambas somos orgullosas.


La idea del SIDA angustiaba mucho a Alba al extremo de que ella no dormía a causa de intensas jaquecas que la psicoseaban minuto a minuto y superado el berrinche, ella se lamentaba de su comportamiento, pero luego se justificaba añadiendo en sus pensamientos que era parte de su carácter; ella siempre fue así terca y orgullosa, pero entonces ¿Porque aquella noche Alba lloró?, ella no dejaba de ser sensible; aún así decidió aislarse, ya no hablaba con nadie en su cabeza solo circulaba la idea de que había sido traicionada, así mismo no podía sacarse de la cabeza el par de fallidas relaciones personales que acontecieron en tan poco tiempo.

El resultado de su nueva prueba deberá recogerlo la próxima semana, todo este tiempo Alba ha intentado tapar sus problemas con actividades insulsas; mira constantemente programas de televisión anti-productivos sus favoritos son: “La farándula”, “Atica espectáculos” y “Ratón, ratón, ratón” cree que viendo lo que le ocurre a otras gentes, podrá superar su lio.


Sábado 8 de Agosto del 2010

 7:00 am

Alba apenas ha podido dormir en esta semana, hoy irá a recoger sus resultados, por otro lado, una histeria que ella cree comunal a inundado su ser, espanta a la gente solo con la mirada, sus ojeras grises y sus ojos la hacen ver diferente, tiembla porque sigue de frio, luego de un baño con agua helada a las seis de la mañana; vive sola y nadie se ha preocupado por su alimentación; efectivamente, no comió nada esa semana, quizás por la tristeza o porque no se despego de la televisión.
En el hospital Alba ha peleado con las enfermeras por el maltrato que estas dan en una institución pública, esa escena ha hecho que su histeria aumente, ya sentada esperando los resultados Alba observa a la gente; cuando alguien la ve fijamente a los ojos ella lo espanta con una terrible mirada; le ha gruñido a un niño de seis años que se acerco a recoger una pelota que cayó en sus pies. Alba mira con desprecio a la gente asustándolos.

-¡Señorita Alba sus resultados! Espeta la enfermera.

PRUEBA DE VIH – NEGATIVO

-¡Te lo dije cabrón! Exclama a voz alzada rememorando a Ernesto, mientras la enfermera retrocede asustada.


Alba ríe macabramente mientras sale del hospital, se dirige por un camino opuesto a su casa, Alba empieza a atacar a la gente en la calle, les grita sin siquiera conocerlos, el resentimiento no solo ha petrificado su corazón sino también su conciencia a tal extremo de llevarla a la locura.

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