CUENTO a plazos

I

A Antonieta le están haciendo bulling en el colegio, tan solo tiene 7 años, es menuda delgada y alta como su mamá Antonella, a ellas las conocí cuando Pamelita tenía dos años, ya que me encontraba con Antonella en las clases de estimulación temprana para niños de cero a cinco años, ambas llevábamos a nuestras hijas; ahora Pamelita va a cumplir cuatro años, su rubio y ondeado cabello, ahora es lacio y castaño claro, incluso sus ojos verde claro se han vuelto algo oscuros, la forma de su cara es idéntica a la de su padre, pero tiene mis rasgos: piel clara, ojos grandes, y cabello largo, Pamelita también es alta pero eso lo saco de su papá ya que yo soy talla media.

Consideras que es momento de escribirle una carta, guardarla en un pequeño cofre de madera y sepultarla en tu pequeño jardín de flores ese que está al lado del patio de la casa donde vives con Pamelita;  simulando una máquina del tiempo, eras joven tan solo tenías  veintidós años, sabes que todavía te falta mucho por vivir y que tu pensamiento mutará con el tiempo, quizás para bien, tal vez para mal, si embrago todavía Recuerdas aquella tarde cuando tu madre te llevó donde una señora para que me leyera las hojas de coca; en este preciso instante tus ideas pacificas permiten que analices las cosas inclinándote hacia lo razonable, es decir escribirás la más sincera verdad en una carta.

Papel bond A-4; lápiz bien tajado, y un sobre blanco para cartas, dejas de lado el borrador, no es necesario ya que serás precisa; entonces empiezas e intentas deshacerte de la segunda maldición.

Arequipa, 31 de Octubre del 2008.

Querida Pamelita; me es difícil rememorar el proceso del plan de tu concepción, cada vez que lo intento me quiebro, supongo que a pesar del tiempo transcurrido la herida que está en mi corazón todavía no ha sanado, una pequeña espina ha quedado incrustada en lo más sensible y recóndito  de mi ser,  antes de que nacieras esa herida era un agujero negro que se llevaba mi vitalidad, pero cuando te vi por primera vez, el himen violentado de mi corazón se reconstruyo con tu mirada, más no todo fue pacificad; creí poder lidiar con la responsabilidad moral de tu vida el tiempo que Dios me permitiese pisar la tierra, creí poder hacerlo sola; han pasado cuatro años y todavía sigo reflexionando, he descubierto muchas cosas, ha sido necesario que diversos testimonios quiten la venda que me cegaba los ojos, me refiero a mi orgullo; debido al puesto que desempeño en un restaurant de tres tenedores, del chef más respetado del país, jamás tuvimos problemas económicos, nunca te prive de alguna necesidad; intente tapar tu imagen paterna con gustos instantáneos, pero eso no fue lo mejor, a veces me siento culpable por mi cobardía he intentado justificar mi reacción con ideas negativas que lo único que hacen era bloquear mi mente, pensamientos como el hecho de que tu padre nunca tuvo interés por conocerte o que ni siquiera se digno a visitarnos el día que naciste aún sabiéndolo debido al mensaje de texto que le envié. Pero con ayuda psicológica he descubierto que yo también le hice mucho daño a ese ser, en consecuencia el también quiso vengarse de mí, y sabes lo logro, yo amé mucho a tu padre Pamelita, tu eres el fruto del amor que en aquellos tiempos nos prodigábamos, el se llevó una parte de de mí y viceversa, es por eso que me quiebro siquiera con mencionarlo un segundo, pero lo que más me duele es que te involucro en su estúpida venganza, y aunque todavía no lo sepas a causa de nuestro orgullo te hemos quitado la identidad de cuatro años, hija es hora de que sepas desde mi punto de vista toda la verdad,; muchas personas te interrogarán e intentarán criticarte, pero jamás te dejes opacar por gente que no sabe toda la verdad, entre ellos tu abuela que sin duda alguna bombardeará la imagen de tu padre con insultos e ideas negativas, el no es una mala persona, más que mi novio fue mi amigo, crecimos juntos alrededor 4 años antes de tu concepción, en un determinado momento, decidimos dar por terminada la relación y cada uno decidió hacer su vida por separado, y pasado un mes sin ningún tipo de contacto, cada uno ya tenía un entorno diferente, sin embargo, por mi irregularidad menstrual, yo no me percaté que estaba embarazada; y fue así; decidí tenerte sola; luego de que me enteré que el ya había regresado con su ex y su visión se volvió capitalista en sus planes no encajábamos tu y yo; Pamelita a pesar de eso yo jamás voy a odiar a tu padre el destino se opuso a nuestra relación dejando rezagos en el camino; se que jamás podremos ser una familia unida, pero ten en cuenta que en nuestras vidas primará la amistad y aunque yo no tenga contacto físico con él desde hace cuatro años, sé que si algún día lo vuelvo a ver; mi primera reacción será querer recuperar su amistad, ya que no podría odiar a una persona que me dio el regalo más maravilloso de la vida: la descendencia, tú hijita; no puedo odiar a una persona con la que tengo en común algo que amo infinitamente; Pamelita la vida no es color de rosa, a veces nunca tendrás siempre a las personas que amas a tu lado, todavía me aterra la idea de tener que soltarte en tu juventud para que seas independiente, pero sé que tendré que hacerlo para que surques tu camino, como yo he surcado el mío, pero mientras estés en mis dominios, deseo darte todas las armas para que luches con el agresivo mundo; recién estas aprendiendo a leer; pero no te preocupes porque esta carta no verá la luz sino hasta que de tu boca salga la primera oración que interrogue tu identidad.


Con mucho afecto: tu mamá.

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