ENTREVISTA A OSWALDO REYNOSO

…VIENEN POR CAMADAS

Debido al estado de salud de Oswaldo Reynoso se comento mucho la triste idea de que el ya no podría regresar a Arequipa, sin embargo en esta entrevista el descarta esa posibilidad y afirma que si puede venir a pisar nuevamente suelos arequipeños, por otro lado, trataremos una parte de su historia inicial como escritor; la literatura cuando aún eres amateur, nada rebuscado, ya que lo simple es fundamental aunque a veces no lo parezca.

“Lo más importante, es que debes tener una vida intensa, hasta las últimas consecuencias, sino de que ¡Chucha! ¡Carajo! Vas a escribir.”


-Acerca de la publicación de su último libro; ¿Cómo va tal desarrollo?
Estamos en conversaciones con Editorial Aletheia haber si mi próximo libro sale en su editorial, ya yo le he mandado el texto a Ruhuan Huarca el editor, y es posible que salga en una co-edición con editorial “San Marcos” o  “Estruendomudo” aún estamos viendo eso.
Ruhuan hace un año me invito a Cayma, en su momento creí no podría regresar a Arequipa por el problema de la altura, pero ya me he sometido a una serie de tratamientos y yo creo que si puedo ir.

-Usted tiene un largo recorrido en la literatura peruana; dígame ¿Cómo fueron sus inicios y su recibimiento ante el entorno literario de la “Generación del 50”?
Bueno, voy a rememorar… en Arequipa yo empecé esta experiencia a los diez años; sin embargo yo no enseñaba lo que escribía, luego a la edad de los 17 años con unos amigos formamos un grupo que se llamaba “Avemur” que estaba constituido por: Efraín Miranda Lujan, Aníbal Portocarrero, Vinatea, Morales y yo, fue así que formamos el grupo “Avemur” en cuanto al nombre, fue porque se quería poner algo especial, entonces se quiso unir “ave” con “mar”; “Avemar” pero no sonaba tan bien así que decidimos cambiar la palabra y salió “Avemur”  entonces este grupo, tenía la intención de sacar una pequeña revista y en ese entonces en Arequipa los escritores ya de edad eran demasiado locales, escribían sobre cuestiones casi folclóricas, porque Arequipa había tenido el gran grupo “Aquelarre” con magníficos poetas como Alberto Hidalgo, Alberto Guillén, Cesar Atahualpa Rodríguez, etc. que también estuvieron muy conectados con el grupo “Colónida” de Valdelomar;  pero después de eso parece que viene una caída en la literatura arequipeña y ahí solamente podríamos destacar, si me olvido de algunos, a Guillermo Mercado, los otros eran demasiado locales y en ese entonces en Arequipa se daba una confrontación porque había un grupo de escritores de una tendencia conservadora aristocrática, protegidos por el “Obispado de Arequipa” y por el diario “El deber” (que era el periódico de la iglesia) en cambio nosotros teníamos otra posición, una posición de izquierda; después del levantamiento de Arequipa del año 50 muchos de los escritores tuvimos que dejar nuestra ciudad, nuevos escritores sacaron una revista llamada “Vencer” que era una revista totalmente conservadora luego vinieron a Lima y fueron recibidos por la prensa derechista de Lima, algunos de ellos formaron la democracia cristiana entre estos tenemos a: Enrique Chirinos Soto que escribía sonetos, luego su carrera política fue de gran oportunismo muchas veces fue metido al parlamento con diferentes grupos políticos sus intervenciones en el parlamento fueron casi desastrosas y el otro que se vanagloriaba de tener una gran voz prosaica de gran escritor era Rey de Castro que también colaborada en la revista “Vencer” donde publicaba algunos relatos, vino acá a Lima y tenía una columna en un periódico de Beltrán (un gran derechista) de todos estos había otro también Patricio Ribites que luego se transformo en un periodista que hacía mucha propaganda a la dictadura militar, y bueno el único a quien podríamos respetarlo; que respetábamos en Arequipa y hasta ahora lo respetamos es Pedro Roger Cateriano, el padre del actual ministro, poeta fino, místico, ha publicado varios libros de poesía de gran nivel, actualmente está a cargo del premio Copé, de todo ese grupo de derecha de escritores de la década del 50, yo creo que el único que se salva es él, Cateriano; pero no olvidemos el otro sector, el de izquierda, ahí lo tenemos a nuestro gran poeta Efraín Miranda Lujan, a Aníbal Portocarrero, y ¡yo! En el caso de Vinatea, murió muy joven, lo mismo que el poeta Morales, tambien murió lleno de vida.
 Este grupo “Avemur” se va a transformar después, ya que se va a unir a otros grupos y va surgir el grupo “Avanzada sur”, “Avanzada sur” es un grupo ya con una orientación política y también se une a otro grupo futuro de la Universidad de San Agustín que tenía una línea totalmente marxista y comunista es así que se forma a “Avanzada sur” allí se integra el poeta Jorge Bacacorzo, el gran pintor Carlos de la Riva y se hace una exposición de poemas ilustrados en la “Galería de los hermanos Vargas” que quedaba en el portal de San Agustín; se hace una exposición y al lado de cada poema hay una ilustración; ya sea acuarela, ya sea pluma, ahí lo que destaca son las ilustraciones que Efraín Miranda Lujan hace para sus propios poemas, que son cuadros hechos con pluma de acero y tinta china negra, hermosos cuadros, Carlos de la Riva hace una ilustración de mis poemas, yo escribía poesía en ese entonces.
Participamos en la rebelión del año 50 contra la dictadura de Manuel A. Odría, se participo fuertemente, esa fue una rebelión muy fuerte, combatimos durante dos o tres días contra el ejército, en muchos de mis libros aparecen esas escenas de lucha, vi los techos tirados con bombas molotov, mi hermano Juan Reynoso que fue profesor de la Universidad Nacional de San Agustín él ha escrito un libro con el nombre “La sangre derramada” que es una crónica con datos históricos comprobados de todo el movimiento que hubo en Arequipa en Junio de 1950 en la segunda parte del libro aparecen testimonios de los que participaron en esta lucha tan heroica del pueblo arequipeño, hubo muchos muertos, mataron a mucha gente; incluso yo cuento en algunos de mis relatos que yo como otros amigos estuvimos sobre el segundo piso de una casa que estaba en la esquina del portal de la Municipalidad y la calle Mercaderes, tirábamos bombas molotov en la noche, se combatía en toda la ciudad, el gobierno traslado a Arequipa la tropa de Puno y los soldados de Puno estaban totalmente borrachos y coqueados y gritaban que iban a matar a estos “leoncitos del sur” y nosotros solamente tirábamos bombas molotov; las luces se habían apagado y yo encontré en la calle a un soldado convertido en una llamarada, pero se formo un comité precedido por Francisco Mostajo allí intervinieron los miembros de la “Cámara de Comercio” y a las doce de la noche mientras se combatía en toda Arequipa quisieron arreglar la paz y desde el techo oímos una voz que decía ¡todo se ha perdido, entreguen las armas!
Pero mucha gente se fue por todos los alrededores de Arequipa, yo tuve un hermano Alberto que junto a dos más se posicionaron en el edificio “La Rinacente” uno de los edificios (en ese entonces) más grandes de Arequipa que quedaba entre Mercaderes y el Portal de Flores y ahí sostuvieron la lucha durante dos días en el techo; había orden de fusilarlos a todos, a mí y a otros compañeros nos tomaron presos y a la mañana nos sacaron de la cárcel, lo primero que hacían los policías era olernos nuestra mano, si teníamos olor a gasolina nos pateaban o fusilaban, llegamos a la plaza todo el techo de la catedral estaba tomado por soldados borrachos que gritaban ¡a fusilarlos! ¡a fusilarlos!, nos metieron en fila, nos pateaban, nos metían la bayoneta y del municipio salió un militar con audífono y dijo: ¡Honra al ejército peruano que no mata a los rendidos! nos metieron a la municipalidad y luego a la cárcel, esa fue una historia que se debe recordar para eso deben buscar el libro de mi hermano “La sangre derramada” que precisamente lo público con ayuda de la UNSA después de esto hubo la gran migración, ya vino una represión muy fuerte y muchos jóvenes tanto de derecha como de izquierda comenzamos a abandonar la ciudad, luego radicamos en Lima, ya en Lima en el local de la ANEA que quedaba en Moquegua hicimos la exposición de “Avanzada sur”, pero en Arequipa tomamos contacto nosotros con un grupo de jóvenes escritores de Bolivia que tenían el nombre de “ La Orda” hicimos la exposición de “Avanzada sur” y “Orda” con poemas ilustrados, así que ya yo me vine a Lima, pero también en ese entonces en Arequipa habían dos escritores que luego van a tener mucha importancia, no son arequipeños pero estaban en Arequipa uno de ellos es Eleodoro Vargas que es uno de los grandes narradores del Perú el estudiaba en la universidad de San Agustín y tenía un programa de radio donde se leía poesía y también estuvo por Arequipa Alfredo Castellanos, que es una figura importante en el movimiento de la narrativa peruana porque él y su gran amigo Ribeyro fueron los que iniciaron el Perú la literatura fantástica; Ribeyro tiene cuentos fantásticos y fue gran amigo de Castellanos de Buendía y yo tuve la oportunidad de conocerlos en Arequipa a Eleodoro y a Alfredo Castellanos, cuando estuvieron por allá,  ya después parece ser que el movimiento literario en Arequipa comenzó a decaer y  fueron los hermanos Cornejo Polar que organizaban el primer encuentro de narradores del Perú que se llevo a cabo en Arequipa a donde concurrieron los mejores escritores de ese entonces.
En 1975 Arequipa se convierte en la ciudad que acoge a los mejores escritores del Perú, Vargas Llosa no estuvo presente pero mando una ponencia ya que estaba en Europa, lo mismo que Ribeyro, pero acá puedes ver a Arguedas, Ciro Alegría, Mercado, yo, Eleodoro, Oviedo, Manchego, Zorrillo, Hernández, los hermanos Cornejo Polar y otros escritores de Arequipa, en la quintanilla de Arequipa se reunieron los grandes.
En este libro también están todas las caratulas de mis libros.
Y también está el libro de caricaturas de toda mi vida para los niños, con un relato mío, para los niños. (Toda su vida en caricatura)

-Justo hablando de relatos, los libros que más han pegado en Arequipa, sobre todo en los jóvenes son, sin duda alguna son “Los inocentes” y “En Octubre no hay milagros” en este libro el lenguaje que usted utiliza es de cultura popular;  entonces que podría decirme acerca de esto.
Cuando yo saque “Los inocentes” y en “Octubre no hay milagros” mis libros (sobre todo estos dos) fueron muy atacados por una crítica totalmente reaccionaria tal crítica se centraba en tres puntos:
-El primer punto era que yo había empleado palabras groseras en mis obras.
-El segundo punto era que yo habla de forma directa y encarnada del sexo.
-Y el tercer punto era que las técnicas que yo empleaba eran demasiado complicadas.
En lo que se refiere a lenguaje antes en la literatura peruana, salvo algunas excepciones, cuando en el parlamento una persona tenía que decir una “grosería” ponía la inicial seguida de puntos suspensivos por ejemplo ponían hijo de p…, eres una m…, no se atrevían a colocar toda la palabra, entonces eso no funcionaba para mí en los diálogos, porque si hay dos personajes que están dialogando, uno no le va a decir a otro: tu eres una m…; tienen que decir toda la palabra, así que yo puse todas las palabras allí y eso causo gran alboroto porque la gente creía que la literatura no tenía que ver con lo que ellos llamaban palabras duras, pero si yo estaba presentando a personajes, ellos no se iban a caracterizar solamente por su forma de vestir o de actuar, también fundamentalmente por la forma como hablan, claro también las descripciones de las calles. Ahora, recuerdo que me hicieron un reportaje en un canal de televisión y me dijeron que ¡como me atrevía yo a escribir libros con esas groserías! que la literatura no aceptaba esas palabras y yo le dije que en mi libro no había una sola grosería y el entrevistador me dijo que yo era un cínico y un mentiroso, porque tenía en sus manos el libro y dijo: “Por respeto a la audiencia no iba a leer mis párrafos, ya que habían muchas palabras groseras” yo le dije: ¡no hay ninguna palabra grosera!, pero acá está me decía, y me pregunto: ¿Para usted que es una grosería? Recuerdo que le contesté: “La palabra patria en boca de un militar traidor es una grosería; la palabra justicia en boca de un juez que condena a inocentes es una grosería; la palabra Dios en un cura avariento de conducta mala, la palabra Dios se transforma y es una grosería, pero cuando a algún muchacho de un barrio pobre de Lima, viene otro por detrás y le da una patada y voltea y le dice ¡Que te pasa oye conchetumadre! Esa no es grosería porque le sale sinceramente desde lo más hondo de su ser”.

-Finalmente para terminar la entrevista, que consejos les da a los jóvenes escritores.

Bueno cuando me preguntan eso, yo les doy tres consejos:

-Primero: Leer, leer, leer. Un escritor que no lee, no tiene idea de lo que es la literatura.
-Segundo: Escribir, escribir y escribir. Hay algunos que se dicen que son escritores y no escriben nunca.
-Y el tercer consejo, lo más importante, es que debes tener una vida intensa, hasta las últimas consecuencias, sino de que ¡Chucha! ¡Carajo! Vas a escribir.

 19-01-2014


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